Existen personajes de ficción que nos han inspirado con su inteligencia, su perspicacia, su verborrea o sencillamente su marciana forma de contemplar el mundo. A continuación, tal vez los que podríamos considerar los 5 personajes más inteligentes de la literatura:
1. Sherlock Holmes
Resulta imposible hablar de la inteligencia sin traer a colación al icónico Sherlock Holmes, tanto en su versión literaria como en las múltiples adaptaciones cinematográficas. Su frase más reconocible, aparte del "Elemental, querido Watson" (una frase que nunca se pronuncia en las obras de Conan Doyle, por cierto), seguramente sea "una vez eliminado todo lo que es imposible, la verdad está en lo que queda, por improbable que parezca".
Dentro del universo Holmes, tampoco debemos olvidar a su hermano Mycroft (quienes algunos consideran incluso más inteligentes que Holmes), y a Irene Adler, la mujer más inteligente que conoce Sherlock.
Conan Doyle describió al perspicaz Sherlock Holmes de la siguiente manera: cuerpo enjuto, nariz aguileña, labios finos
muy diferente a la imagen icónica que todos conservamos de Sherlock Holmes: el sombrero de cazador de gamos, un sombrero que nunca se menciona en la obra de Conan Doyle: es un añadido del ilustrador de The Strand Magazine Sidney Paget (que usó a su hermano como modelo para plasmar el aspecto final de Holmes). La pipa tan característica tampoco figura en las novelas: no apareció hasta que fue usada en una dramatización de teatro de uno de los relatos en la década de 1920.
2. Ender Wiggin
El protagonista de El juego de Ender es uno de los niños más perspicaces y adultos de la literatura de ciencia ficción. Sin embargo, a partir de la segunda entrega de la obra, La voz de los muertos, Ender Wiggin queda conectado a una Inteligencia Artificial que aún incrementará más su sapiencia y afinará sus magnánimas decisiones. Esta historia comienza 3.000 años más tarde, con un Ender que se ha conservado gracias al viaje relativista: al viajar de mundo en mundo a gran velocidad, el tiempo transcurre mas lentamente con respecto a los habitantes de dichos mundos.
El autor de esta saga es el prolífico Orson Scott Card. A pesar de todo lo que ha escrito, su obra más famosa es El juego de Ender (posiblemente una de las mejores novelas para introducirse en la ciencia ficción), obteniendo con ella los dos premios más prestigiosos de la ciencia ficción: el Premio Nébula a la mejor novela en 1985 y el Premio Hugo a la mejor novela en 1986.
Dentro de unos meses, por cierto, podremos disfrutar de la primera adaptación cinematográfica de El juego de Ender.
3. Protagonista de 'Comprende'
La historia de tu vida es la mejor antología de cuentos de ciencia ficción que he leído nunca. Una antología de fantasía y ciencia ficción que fue galardonada con el prestigioso Premio Locus 2003. Su autor, Ted Chiang, incluyó en dicha antología un cuento de apenas 20 páginas titulado Comprende, donde el protagonista desarrolla un nivel desorbitado gracias a la ingesta de una droga experimental. Lo más llamativo de la obra, sin embargo, es que el autor logra convencernos de que esa inteligencia es difícilmente comprensible, y que sus aspiraciones podrían destruirnos a todos (al menos a nivel cognitivo). Sobre todo porque la obra está escrita en primera persona.
Sus pensamientos resultan sencillos y pluscuamperfectos a un tiempo, sus objetivos nos parecen crueles e inhumanos pero completamente razonables cuando hemos entrado en su patrón de pensamiento. El protagonista, pues, es el Dexter de la inteligencia y el CI desbocado. En poco tiempo, dado su poder cognitivo, el protagonista se hará con gran parte del mundo, dominando cada vez más áreas: tecnológicas, económicas, etc. Sólo para un fin: ir cada vez más lejos en su afán por comprenderlo todo. Hacer que la humanidad avance en meses lo que no ha podido avanzar en siglos.
Comprende fue el primer relato que escribió Ted Chiang, publicado originalmente en Asimov´s en 1991.
4. Charly
Charly es un deficiente mental que protagoniza la emocionante obra de Daniel Keyes Flores para Algernon. Sin embargo, con él probarán un fármaco que no sólo curará su deficiencia, sino que ampliará su inteligencia hasta límites incomprensibles, incluso dolorosos para el propio protagonista.
Lo más original de la obra es que es una trascripción de los diarios de Charly, de modo que, al principio, dichos diarios están compuestos de pensamientos sencillos y bienintencionados jalonados de faltas de ortografía. A menudo que Charly incrementa su inteligencia, el texto se vuelve más correcto, hasta el punto de que contener reflexiones filosóficas sobre los límites del propio conocimiento. Charly se pregunta entonces si ahora es más feliz que antes, pues piensa demasiado sobre todo, y la gente empieza a tratarle con desprecio o miedo.
5. Eddie Morra
Al estilo de Comprende, Eddie es un tipo normal, aspirante a escritor frustrado, que un día prueba una droga experimental que incrementa de tal modo su inteligencia que
bien, podría convertirse en la persona más rica del mundo en pocos meses. Y posteriormente en la más influyente a nivel político.
Eddie es el protagonista de la novela de Alan Glynn The Dark Fields, que hace poco tuvo una adaptación cinematográfica: Sin límites.
Bonus Track Cibernético
Hasta aquí hemos analizado a seres humanos inteligentes, pero no podemos olvidarnos de algunos personajes hechos de cables y transistores que también alcanzaron niveles de inteligencia casi divinos.
Como el ordenador protagonista del cuento de Fredric Brown La respuesta, el ordenador más potente de la historia de la humanidad: la primera pregunta que recibe es si existe Dios. Su respuesta es: Sí, ahora sí existe un Dios.
Desde una vertiente más jocosa, Douglas Adams, en su desopilante Guía del autoestopista galáctico, presenta también un supercomputador que podría resolver todas las cuestiones de la humanidad. Su nombre es Deep Thought («Pensamiento Profundo»).
Se le formula entonces la pregunta de cuál es el sentido de la vida, el universo y todo lo demás. Después de siete millones y medio de años meditando la pregunta, Pensamiento Profundo declara que la respuesta es cuarenta y dos, razonando que la pregunta fue mal planteada y debe ser formulada correctamente para entender la respuesta.