
Deberíamos tratar a   nuestro correo electrónico como si fuera nuestra caja fuerte. Sin   embargo, lo exponemos a una serie de peligros innecesarios que   pueden llegar a comprometer nuestra seguridad (informática y   económica). Repasamos alguno errores que debemos evitar cometer a toda costa   para que esta enorme fuente de información sobre   nosotros permanezca protegida.
Estar de viaje en   una ciudad extranjera y encontrase con una zona de Wifi gratis es un subidón.   Pero también entraña grandes riesgos: puede ser una   conexión intervenida por alguien que quiera apropiarse de nuestros datos. Un   hacker puede gastarse tres euros en un café y esperar como uno a   uno los turistas van cayendo en su trampa y él   apoderándose de información bancaria o lo que contenga nuestra cuenta de correo.   Ojo con las redes abiertas.
Permanecer conectado
Si nunca salimos de   nuestra cuenta de correo, corremos el riesgo de que alguien que   vaya a utilizar nuestro ordenador descubra todos nuestros e-mails.   Siempre es conveniente cerrar la sesión después de comprobarlo. Y en móvil,   activar el código de bloqueo y siempre introducir un pin para   desbloquearlo.
Repetir la   contraseña en diferentes sitios
Si siempre   utilizamos la misma contraseña para un montón de webs, estamos cometiendo la   peor equivocación posible en Internet. Si nuestro password es el mismo en nuestro correo y en un foro   de fútbol, es probable que algún hacker ataque este último sitio y con el botín que se lleve, acceda a   nuestro mail, nuestra   cuenta bancaria y a todos los sitios en los que usemos la misma   clave.

 
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