El estrés está presente en los sucesos cotidianos. No sólo lo afrontamos en males mayores como una separación, un despido, una enfermedad
.
Cada día nos enfrentamos a situaciones estresantes que hemos de aprender a manejar, por el bien de nuestra salud y también para desenvolvernos mejor en esas situaciones más trascendentes.
¿A qué situaciones cotidianas nos referimos?
Riñas con vecinos, averías domésticas, el retraso del autobús, perder el DNI, una mala noche de sueño, la acumulación de trabajo, etc.
Cada día nos enfrentamos a situaciones estresantes que hemos de aprender a manejar, por el bien de nuestra salud y también para desenvolvernos mejor en esas situaciones más trascendentes.
¿A qué situaciones cotidianas nos referimos?
Riñas con vecinos, averías domésticas, el retraso del autobús, perder el DNI, una mala noche de sueño, la acumulación de trabajo, etc.
Esos "pequeños desastres" no merecen que nos desgastemos tanto y que echemos el día al completo por la borda.
En Psychology Today nos dan 3 consejos para manejar estas situaciones:
Piensa en positivo
El pensamiento positivo no consiste en ignorar el problema, sino en buscar soluciones.
¡No! Se me ha roto la lavadora en el peor momento. Si es que no puedo tener más mala suerte
Para empezar, evita darle tantas vueltas a ese "desastre" y a lo mal que te sientes.Quítale importancia y enfócalo de otro modo, viéndolo como un reto menor que no te supera.
Relájate
Cuando se te rompe la lavadora en el peor momento, ¿cómo vas a relajarte? ¿Y en un atasco de tráfico?
Pues, ¡claro que puedes relajarte! Cuando suceden estas calamidades cotidianas, es hora de poner en marcha algún mecanismo para tomar el control.
Puedes respirar despacio, mientras le quitas importancia al asunto y recreas esa confortable sensación de que todo está bajo control.
Tómate unos minutos para meditar o hacer ejercicio. Es más, hazlo cada día. Entrénate para darle a tu cuerpo la calma que necesita en esos momentos.
Hace poco hablamos de que el ejercicio físico practicado con regularidad te protege del estrés futuro.
Recompénsate
Cuando dejes atrás ese desastre cotidiano, tómate tiempo para relajarte con alguna actividad placentera (tu hobbie, ver una película ).
Así compensas y le das otro saborcillo a este día. Recuerda que mañana te esperan otras aventuras y pequeños problemas.
Ya sabes, la vida trae de todo un poco. No te tomes los pequeños desastres tan en serio. Míralos como algo natural, que tú puedes sobrellevar.
Fuente: tusbuenosmomentos.com y El rincón del bibliotecario
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