Entre los científicos se halla, en principio, la misma proporción de mentirosos, falsificadores, negligentes, estúpidos, egoístas o inmorales que en cualquier otra profesión. El método científico es la mejor manera que conocemos para obtener conocimiento objetivo y acumulativo, sin embargo los científicos constituyen, a grandes rasgos, un gran lastre para que este mecanismo funcione correctamente (aunque hay otros lastres aún más gravosos, naturalmente, como medios de comunicación que añaden ruido a las evidencias científicas, o la falta de financiación de la investigación).
Este libro de Gregorio Doval constituye buena prueba de ello, porque gran parte de este Fraudes, engaños y timos de la historia se centra en la actividad científica. En suma, una gran lista de esos fraudes divididas por segmentos cortos escritos con distintas fuentes tipográficas. Este volumen forma parte de una nueva colección concebida por Gregorio Doval editada por Nowtilus a todo lujo: libros de tamaño superior al habitual, y profusamente ilustrados que, además del presente, comprenden Casualidades, coincidencias y serendipias de la historia y Errores, lapsus y gazapos de la historia.
El libro nos ha inspirado para escribir artículos como 300.000 personas sonándose la nariz para obstaculizar a Hitler y otras simulaciones de enfermedad o Vendiendo aire alemán para financiar la investigación científica.