- La Biblioteca Británica es una de las más prestigiosas del Reino Unido
- Recientemente ha instalado un filtro de contenido en la red WiFi gratuita que ofrece en el edificio
- El filtro bloqueaba incorrectamente obras clásicas y páginas web estándar, que ya han sido "liberadas"
Las obras de William Shakespeare están plagadas de violencia y temas polémicos: la mayoría de los protagonistas acaban muriendo de forma trágica, hay atisbos de incesto, traiciones, asesinatos, suicidios, envenenamientos...
Pero, ¿como distingue un filtro automático, un programa, que la violencia es simbólica y adecuada para menores, o al contrario, es burda y descarnada y no apta para niños? Lo cierto es que no puede. Y por eso ocurren casualidades tan bochornosas como la que nos narra la cadena británica BBC.
Mark Forsyth es un escritor que estaba preparando su libro en el propio edificio de la Biblioteca Británica, la Biblioteca Nacional del Reino Unido, y también una de las más grandes y prestigiosas del mundo. El recinto dispone de su propia red WiFi gratuita abierta para todos sus visitantes.
El señor Forsyth necesitaba una cita de Hamlet para incluir en su libro, así que se conectó a la web de la Biblioteca para buscarla. Su sorpresa fue mayúscula: un filtro de protección instalado en la red interna le informaba de que no podía acceder al texto de Hamlet porque tenía "contenido violento".
La Biblioteca Británica ha informado que recientemente ha instalado un filtro de contenido en su red Wi-Fi para evitar que los niños accedan a pornografía y a webs de apuestas desde la propia biblioteca. Al parecer el filtro se toma su trabajo demasiado en serio, pues bloqueó el acceso a Hamlet así como a ciertas páginas webs estándar. Según la propia Biblioteca Británica, estos fallos ya han sido corregidos, y el acceso al libro ya está abierto a todo el mundo.
Por: Juan Antonio Pascual
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